Cada año en esta fecha histórica el movimiento sindical presenta en sus movilizaciones nacionales las aspiraciones tradicionales, relativas al salario, convenciones colectivas, seguridad social, en medio de un contexto dinámico que ha impactado notablemente al mundo del trabajo, y ha determinado el surgimiento de nuevos retos para el sindicalismo a nivel regional y mundial.
Así también se debe considerar que desde 1960 el sindicalismo a nivel planetario y en América Latina específicamente ha cobrado más relevancia, gracias a la ratificación de varios acuerdos con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que garantizan en la mayoría de los países los derechos de los trabajadores, aun cuando las transformaciones tecnológicas y la fragmentación laboral hayan disminuido la sindicalización.
Hace un siglo el sindicalismo estaba marcado por un contexto de guerras mundiales, determinando de su seno las luchas por la paz y el cese de conflictos bélicos, cuyo efecto apocalíptico fue la desaparición física de casi un centenar de millones de seres humanos, y por ende la extinción de los trabajadores convertidos en soldados.
Hoy a casi un cuarto de siglo XXI andado ¿cuáles son los temas para abordar por el movimiento sindical?, no es tarea fácil describirlos, pero si una necesidad identificarlos, al significar por sus dimensiones un efecto en la condición de vida de los habitantes de este planeta.
Demos un vistazo en diferentes latitudes comenzando en nuestra región, a través de los planteamientos de sus representantes gremiales: La situación del movimiento sindical en Latinoamérica es tan dispar como los Gobiernos de turno, y van desde el caso de Argentina donde casi a diario se movilizan en contra de las medidas estatales o lo que sucede en Brasil o Bolivia donde el sindicalismo de la CUT y la COB son amigos de sus gobiernos. En todos ellos, sin embargo, las demandas salariales y por un trabajo digno son las principales reivindicaciones. (Forbes Staff -04/2024)
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