It is extremely difficult to conceive a figure of 31,5 billion (in Spanish) or 31.5 trillion (in English) because it exceeds our ability to visualize that amount of money. It is equivalent to 31,5 followed by 11 zeros. If we reduce it to the size of the debt per inhabitant (per capita) it equals US$94,204 per person (men, women, and children) in the United States. Such is the amount of the US national debt!
However, this crushing debt does not seem to worry lawmakers who have not slowed down the unbridled budgetary waste one iota but rather have accelerated it this year 2023, adding to the 2022 huge budgetary deficit which is projected to grow to astronomical amounts if this trend is not corrected before it is too late to avoid the country's economy crashing. In fact, the budgetary waste is notably aggravated by the disastrous "pork barrel" smuggled in behind the scenes by ambitious politicians who intend to buy the vote with their irresponsible largesse.
This year’s budgetary release (a 2,714-page US$1.7 trillion monstrosity) exposes some 7,200 earmarks, an increase of 1,702.8% (!!!) from the 285 in fiscal year (FY) 2020. This pork barrel has a cost of $18.9 billion in 2023.
Enfrentamos en 2023 las consecuencias del irresponsable derroche económico que ha llegado a niveles sin precedentes en Estados Unidos, al superar la deuda pública la aterradora cifra de 33 billones (33 trillones en inglés) y al enfrentarse la población del país a una inflación que ya supera los dos dígitos a niveles que no se experimentaban desde la época del Presidente Carter. Siendo el U$dólar la principal divisa internacional, los desastrosos efectos de esta absurda política económica se extienden a otros países y a otros continentes, a los que se añade el desastre genocida de la invasión rusa de Ucrania y la consecuente desestabilización de toda Europa.
Evidentemente, muchos políticos, cegados por sus intereses creados y sólo preocupados por sus ambiciones electoralistas, desarrollan una irresponsable y derrochadora estrategia populista, echando por la borda los principios más básicos de la ciencia económica.
La ciencia económica no es tan moderna como algunos creen. ¿Sabían los lectores que en el siglo XVIII destacaron entre las filas cristianas muchas figuras que le dieron impulso a las teorías económicas "modernas"? Destacan el Abad Ferdinando Galiani, quien formuló ideas concretas sobre cómo la utilidad y la escasez determinan los precios; así como también el Abad Étienne Bonnot de Condillac, el Abad Robert Jacques Turgot y François Quesnay, además de otros diversos fisiócratas franceses calificados como fundadores de la ciencia económica, todos los cuales eran reconocidos seguidores de la escolástica. El término fisiocracia deriva del griego y quiere decir "gobierno de la naturaleza", porque estos eruditos afirmaban la existencia de una ley natural por la cual el sistema económico funcionaba sin necesidad de la intervención del gobierno y exigían que las leyes humanas estuvieran en armonía con las leyes de la naturaleza. La fisiocracia fue una reacción al pensamiento mercantilista del s.XVIII.
"ESG" (Environmental, Social, Governance) son las siglas que identifican una tendencia política de responsabilidad ambiental, social y de gobernanza. Si bien cada una de las tres disciplinas tiene su propio conjunto de estándares y prácticas, juntas indican las políticas de gobierno que influyen en la obligación que se le impone a una organización o empresa de lograr los objetivos implícitos en esas disciplinas.
Los programas ESG de hoy analizan las prácticas comerciales de todas las empresas para garantizar que lo que determinada empresa dice que está haciendo respecto a estas políticas esté alineado con lo que realmente hace. Las iniciativas de cambio climático y la eliminación de los combustibles fósiles son los programas más visibles relacionados con ESG, entre otros.
Algunos de los marcos de desarrollo y planeamiento ESG más populares son el Foro Económico Mundial (WEF), la Global Reporting Initiative (GRI), el Sustainability Accounting Standards Board (SASB), el International Integrated Reporting Council (IIRC), el Carbon Disclosure Project (CDP) y el Task Force on Climate Related Disclosures (TCFD). Para servir a estos intereses, VinciWorks ha estado desarrollando la capacitación, herramientas y recursos de cumplimiento para que cualquier organización de cualquier tamaño pueda cambiar el status quo y ha creado con este propósito una serie de guías de inicio rápido para estos marcos.
El WEF fue desarrollado por Deloitte; Ernst & Young (EY); PricewaterhouseCoopers (PwC); y Klynveld Peat Marwick Goerdeler (KPMG), las cuatro grandes firmas de contabilidad que dominan las auditorías de más del 80% de las más grandes empresas de Estados Unidos. La función de este Foro Económico Mundial se basa en las directrices de los marcos existentes, incluidos GRI, CDP y SASB. A su vez, el marco del WEF (que los abarca) también se conoce como "medición del capitalismo de las partes interesadas" o Consejo Empresarial Internacional (IBC).
El Bitcoin es una moneda electrónica inventada para pagar productos o servicios que utilizan el medio cibernético para sus transacciones. No está garantizada por ningún país del mundo, aunque unos pocos lo aceptan como moneda convertible. No depende de ningún Banco Central. No requiere convertibilidad a través de las fronteras sino que está directamente disponible a través del ciberespacio. Fue puesta en circulación a través de la "minería Bitcoin", que no es más que la utilización de capacidad computacional (hardware + software) para resolver algoritmos que procesen, validen y registren transacciones y que está integrada por una red de miles de ordenadores repartidos por todo el mundo. No obstante, hoy día "minar" no es rentable y, por lo tanto, los nuevos inversionistas en esta aventura monetaria no hacen "minería" y compran.
Este invento monetario ideado en 2008 por Satoshi Nakamoto pretende eliminar los intermediarios al hacer transacciones. Por ejemplo, supongamos que alguien desea enviar dinero de Estados Unidos a Ecuador. Puede hacer una transferencia a través de una agencia de envíos (como Western Union) y pagarles por transferir el dinero. Con Bitcoin, por el contrario, no tiene necesidad de un intermediario (como Western Union) al transferir dinero. Este dinero virtual simplemente se envía por Internet a la persona que quiere que lo reciba. Incluso, ya hay aplicaciones móviles para Bitcoins.
Los Bitcoins pueden acumularse en una especie de "cartera Bitcoin", que viene a ser un banco virtual de ahorros. Su valor es flotante y depende estrictamente de la oferta y la demanda de esta moneda virtual. Sus promotores proclaman que "Bitcoin está descentralizado y no hay ninguna institución, empresa, Estado, organismo o asociación detrás de ello que lo controle, es literalmente así. No es una metáfora, sino que realmente el sistema informático de la actualidad permite la creación de esta moneda digital segura y fiable que favorece el libre intercambio económico entre personas de todo el mundo."
En otras palabras, ¡se ha creado una nueva moneda! Así de sencillo. Sin embargo, su aceptación como medio de pago dependerá, en última instancia, de la confianza que genere la moneda. Su seguridad se puso en entredicho desde 2014 con la desaparición de MtGox, que fue la principal plataforma de intercambio y custodia de bitcoins, víctima de un robo masivo por parte de hackers. Pero los pequeños y medianos inversionistas no aprendieron la lección.
Estados Unidos almacenaba cerca de 700 millones de barriles de crudo hasta 2020, suficientes para suplir al país por más de un año, contando sólo con la producción nacional si se enfrentaba a una grave emergencia nacional como resultado de una posible suspensión de las importaciones de crudo o de alguna catástrofe que afectara profundamente la producción nacional.
En noviembre de 2021, la actual administración recurrió a esta reserva estratégica por primera vez y liberó 50 millones de barriles. Poco después procedió a una segunda extracción de las reservas y en marzo de este año, el Presidente Biden anunció en su discurso sobre el Estado de la Unión que liberaría otros 50 millones de barriles de las reservas de petróleo por tercera vez, reduciendo ese mes la reserva federal a 568 millones de barriles.
Con la última liberación de 15 millones de barriles anunciada por el Presidente Biden hace un par de días, la reserva se ha reducido a poco más de 400 millones de barriles. El resultado es que el nivel de la reserva federal de petróleo es hoy día el más bajo desde la Presidencia de Jimmy Carter.
Sin entrar en detalles sobre el efecto que también tiene la actual política energética en la producción de gas natural, es importante tener en cuenta que la producción de poco menos de 33 mil millones de pies cúbicos en 2016 ascendió a casi 41 mil millones en 2019. La producción de gas natural no ha seguido ascendiendo y se proyecta que apenas superará las cifras de 2019 este año 2022, pese a que el consumo ha aumentado considerablemente.