El Partido Demócrata Cristiano de Cuba denuncia lo que pudiera ser el comienzo de una sistemática campaña de ataques mediáticos y desinformación contra la Iglesia Católica en Cuba. Los intentos del gobierno del Presidente Diaz-Canel de difamar y silenciar a sus críticos utilizando las acostumbradas acusaciones de que son contrarrevolucionarios al servicio del imperialismo yanqui, entre otros improperios no son, por supuesto, nada nuevo. Han ocurrido en Cuba con frecuencia desde hace décadas. El blanco de estos ataques son, esta vez, los firmantes de una carta pública donde se critica al régimen y un mensaje de Navidad de los Obispos católicos cubanos. La carta titulada “
He visto la aflicción de mi pueblo” fue difundida en las redes sociales a finales del pasado mes de enero. Está firmada por varios sacerdotes, consagrados y laicos, la gran mayoría católicos y residentes en la isla, que a la luz de su fe, su adhesión a la Doctrina Social de la Iglesia y su experiencia de vida hacen un análisis del
“colapso económico, social y político del modelo” socialista cubano y exhortan al pueblo cubano a perder el miedo y expresarse con libertad ante la grave crisis que atraviesa el país. El Mensaje de Navidad de los Obispos titulado
"!Miren, les doy una Buena Noticia, una gran alegría para todo el pueblo!" fue dado a conocer en diciembre del pasado año. La carta pastoral afirma que una buena noticia para los cubanos, entre otras, sería que
"la intolerancia dé paso a una sana pluralidad..." y
"que se evite la violencia, la confrontación, el insulto y la descalificación..."
Artículos aparecidos bajo la firma de Arthur González en los diarios digitales Razones de Cuba, Cubainformación y Heraldocubano, tres de los más burdos órganos de propaganda del régimen, fueron el instrumento escogido esta vez para formular las falsas acusaciones.
Los firmantes, en los dos casos citados, simplemente ejercieron su libertad de conciencia y expresión. Los Obispos, cumplieron su misión pastoral de orientar a sus feligreses. Todos estos derechos están supuestamente protegidos por el Artículo 54 de la nueva Constitución cubana promulgada en 2019. El gobierno cubano viola su propio texto constitucional difamando a través de sus medios oficiales de prensa -y al negarles posibilidad alguna de réplica o defensa- a los que son por ellos calumniados. Una vieja práctica del régimen cubano, que además de inconstitucional es violatoria de numerosos tratados internacionales en materia de derechos humanos y libertades democráticas.
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