NOTA DE PROTESTA
El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, recibió en el Palacio Nacional al presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y a su esposa, Lis Cuesta Peraza. Acompañado de la doctora Beatriz Gutiérrez Müller, el Jefe del Ejecutivo mexicano dio la bienvenida a su homólogo, a quien se refirió como representante de un pueblo que defiende con dignidad su derecho a vivir de manera libre e independiente, “sin permitir la injerencia en sus asuntos internos de ninguna potencia extranjera”.
En nuestro carácter de organización internacional no gubernamental sin fines de lucro, la Participatory Democracy Cultural Initiative, Inc., promotora de la democracia y defensora de los Derechos Humanos internacionalmente reconocidos, por este medio declara que,
Lamentamos profundamente que el Presidente de México haya actuado más allá de las obligaciones de protocolo para ensalzar con beneplácito a un dictador como representante legítimo del pueblo cubano oprimido y humillado.
Condenamos con indignada consternación que el Presidente López Obrador presentara al dictador cubano como "invitado de honor" y le concediera el privilegio de dirigirse al pueblo mexicano en la conmemoración de su Independencia durante los actos en los que tradicionalmente no son habituales los discursos y, mucho menos, de parte de mandatarios extranjeros.
El Presidente López Obrador debe pedir disculpas al pueblo mexicano por haber permitido a un dictador extranjero en el Día de la Independencia de México orientar su discurso hacia otros temas ajenos a los motivos de la celebración para proclamar un derecho de soberanía del Estado cubano que su gobierno le arrebata cruelmente a la soberanía legítima de su pueblo.
Respaldamos con agradecimiento las protestas de algunos legisladores mexicanos por la inusitada acogida que brindó el Presidente de México al dictador cubano y damos las gracias al pueblo mexicano por su tradicional solidaridad en la lucha contra todas las dictaduras.
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